PIENSA COMO UN ARTISTA


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Will Gompertz lleva trabajando en el mundo de las artes desde que tenía tan solo 18 como dependiente de Our Records, una cadena de tiendas de discos. Después continúo como monitor de campamentos durante las vacaciones y, por último, como tramoyista en el teatro Sadlers Wells de Londres.
Rondando los veinte años cofundó una revista internacional llamada Shots abarcando cortometrajes, promociones pop, etc. más tarde la vendió. A los 25 años de edad encontró el éxito tras una publicación sobre las artes visuales.

Desde entonces ha escrito, producido, publicado y comentado sobre las artes de Reino Unido e internacionalmente.

Sus logros han sido innumerables, ha escrito tanto para The Times como para The Guardian. Fue director de comunicación de la Tate Gallery duante siete años y, actualmente, es el director de arte del BBC así como el consejero de numerosas organizaciones de artes de diferentes países. También a entrevistado a numerosos representantes del arte como Damien Hirst, Ai Weiwei, Yoko Ono, David Hockney, etcétera.
En 2009 durante el Festial de Edimburgo interpretó un monolog. Además, ha sido nombrado por la revista de Creativity de Nueva York como uno de los “pensadores creativos más importantes a nivel mundial”.


Datos editoriales:
-         ISBN-10: 9788430617616
-         ISBN-13: 978-8430617616
-         La editorial es Taurus, se encuentra en España.
-         DL: B-21480-2015
-         Lleva 4 ediciones
-         Fue publicado el cinco de noviembre de 2015
-         El libro lo he comprado en Amazon.es en físico.

He escogido este libro porque el nombre me llamó bastante la atención en comparación con el resto. Estar en Bellas artes a veces me abruma mucho pensando si de verdad puedo ser una artista o si lo soy por eso el poder “pensar” como uno me generó mucha curiosidad.
Finalmente, fue la sinopsis lo que me convenció del todo ya que la historia del arte es de lo más apasionante y que el escritor se apoye en esta me cautivó.
Fragmento de la sinopsis: “Mediante un recorrido único e irreverente por la historia del arte […] desde Caravaggio o Van Gogh a Warhol o Gilbert y George […].


El libro aborda el tema del artista, como bien indica su nombre, y qué les caracteriza. Para ello se apoya en numerosos artistas tanto coetáneos como del pasado investigando sobre su manera de crear y pensar. Esto nos ayuda a entender el proceso creativo de grandes iconos del arte.
Además, habla sobre sus vidas haciéndoles más humanos pues muchas veces les vemos como personas idílicas y lejanas a nosotros cuando no es así.

El libro está dividido en once capítulos, en cada uno de ellos aborda un tema diferente sobre qué con lleva ser artista. Para ello se apoya en creadores tanto actuales: David Hockney o Ai Weiwei como de la historia del arte: Caravaggio, Rembrandt, Van Gogh, Picasso, etc.

En el primer capítulo, “Los artistas emprenden” Will Gompertz argumenta como querer hacer arte para ganar dinero sigue siendo arte basándose en Andy Warhol así como en Theaser Gates. A través de la fascinante historia de Theaser nos muestra como ser emprendedor es una de las facetas clave que un artista debe de tener.
También se apoya en Van Gogh, gran comerciante así como en Rubens, posiblemente el primero en instaurar la venta de arte a domicilio.

En el segundo capítulo aborda el tema del fracaso. Muchos artistas suelen tener miedo al fracaso, a no alcanzar las metas esperadas. No obstante, Gompertz desmiente esto. El fracaso no existe y que el éxito muchas  veces se encuentra en el plan B.
Para ello se basa en Bridget Riley, artista que estuvo hasta los treinta años enfocada en el color y la teoría de este pero sin encontrar el éxito. Probablemente pensaba que había fracasado. Es entonces cuando tomo un giro drástico en su arte simplificándola al máximo: imágenes abstractas en blanco y negro. Fue entonces cuando de verdad progresó. Esto muestra como muchas veces lo que entendemos como fracaso es parte del proceso de aprender.

En el tercer capítulo explica como un artista debe ser curioso. Hay que investigar. Esto es visible en artistas de la performance como Marina Abramovic  o Gilbert y George. Esta primera lleva a cabo unas perfomances donde el estudio sobre la psicología es palpable. Por otro lado encontramos a Gilbert y George dos hombres cuya pasión desenfrenada es lo que les lleva hacer sus performances.
También se centra en Caravaggio un artista de lo más romántico. Es más que importante dentro de la historia del arte pues innovó como nadie. Esto es gracias a su interés, curiosidad e inspiración. Estudió los cuadros de Girogione o Masaccio. Todos sus años de investigación y pasión desembocaron en el claroscuro que tanto le caracteriza.

En el cuarto capítulo, “Los artistas roban” explica como todo ya está creado. Es por ello que la función del artista consiste en robar ideas de otros y desarrollarla a través de su visión del arte pues todos concebimos la realidad de forma completamente diferente. Picasso es un ejemplo de esto.
El gran creador del cubismo argumenta como antes de crear cosas por tu cuenta uno debe copiar a los grandes artistas, aprender sus técnicas y forma de crear. Hay que emular. Una vez hecho esto un puede comenzar a crear su  propio arte.

En el quinto capítulo aborda el tema del escepticismo y como todos los artistas deben serlo. Habla de cómo Sócrates se cuestionaba todo. Nunca hay que dar nada por sentado. Siglos más tarde Piero della Francesca hará lo mismo.
Este deseaba representar la tridimensionalidad en un cuadro (bidimensional) y comenzó centrándose en la arquitectura. Gracias al método de investigación de Sócrates fue capaz de representar con una exactitud matemática todos los elementos de sus cuadros.  
En el sexto capítulo habla de cómo se ha de pensar tanto en el conjunto como en el detalle. Luc Tuymans sabe hacer esto con tal maestría que en un día hace sus cuadros. Esto es porque todas la pinceladas las piensa muchos meses antes de forma que cuando se enfrenta la lienzo en blanco ya sabe con exactitud que tiene que hacer y qué no.
Por otro lado esta Vermeer, pintor muy lento pero con una gran calidad pictórica. Will nos explica como el cuadro más icónico de Vermeer Joven de la perla tras ser restaurado se dieron cuenta de que una gota estaba tapando  parte del cuadro: una pincelada rosa en el labio de la joven. Esta pequeña pincelada le quita toda la inocencia al cuadro mostrando así como un mínimo detalle pude cambiar la totalidad de un cuadro.
En el séptimo capítulo, profundiza sobre el punto de vista de cada artista. Para ello se apoya en las vivencias de Peter Doig, Rembrandt y de Kerry james Marshall. Estos se enfrentaron a un punto de inflexión en el que ya no tenían creatividad. No sabían que hacer. Pero en un momento se les ocurrió como volver a crear y hacer obras de calidad. Peter se centra en los espacios físicos, Rembrandt en los personales y Marshall en la política.

            En el octavo capítulo defiende como el miedo frena a los artistas. Estos deben ser valientes. Para ello se apoya en la vivencia de Miguel Ángel, este siempre se había considerado escultor. Sin embargo, el Papa le mando pintar la Capilla Sixtina cosa a la que se negó por miedo. Tras un periodo de tiempo aceptó el encargo y estuvo trabajando en este sin descanso. El resultado como todos sabemos es impresionante y lo consiguió gracias a su valentía.

En el noveno capítulo: “los artistas se paran a pensar”, Will muestra como pensar y después actuar puede marcar una tremenda diferencia en una obra. Un ejemplo de esto es Hockney que tras finalizar un cuadro se queda quieto, lo mira y piensa. Los lugares del cuadro que no le convencen los retoca mejorándolos notablemente.
Duchamp es otro ejemplo en el que se apoya. Este comenzó a preguntarse por qué algo es considerado bonito de tal forma que desarrolló el arte conceptual que conocemos hoy en día.

En el décimo capítulo se habla de la educación actual en la que una figura de autoridad examina a los niños sobre datos que hoy en día tenemos en internet. Es por ello que no se desarrollan destrezas como la creatividad, algo que una escuela de arte sí que se hace. Es por ello que Will aboga por que todas las escuelas sean escuelas de arte.

En el onceavo y último capítulo titulado “una última reflexión” Gompertz se da cuenta de que si todas las escuelas deben ser de artes en los trabajos ha de pasar lo mismo pues al fin y al cabo lo que se necesita hoy en día es gente creativa. Este cree que los artistas no deberían trabajar para las empresas sino con ellas. Colaborar las dos.


Uno de los puntos que más me ha interesado de todas sin lugar a dudas es el segundo capítulolos artistas no fracasan”. El fracaso es algo que me da mucho miedo. No ser suficiente. No alcanzar las expectativas mías o las que la gente tiene de mí. Es por ello que el autor explique que este no existe me ha hecho darme cuenta de que no es para tanto.
Will Gompertz argumenta como muchos de los artistas se hacen famosos gracias a su plan B y que no debemos ver las cosas como fracasos si no como hitos o sucesos que solo nos ayudan a aprender y a conocernos mejor a nosotros mismos.

También me ha gustado bastante el capítulo ocho el que habla de cómo uno ha de ser valiente. El miedo solo frena. Además muestra como hasta a los grandes artistas les pasa véase a Miguel Ángel uno de los artistas más famosos y reconocidos que tenía miedo de pintar la Capilla Sixtina, una de las obras más descomunales y que cientos y miles de personas van a ver al año.

No rebatiría ningún punto al autor ya que estoy más que de acuerdo en todos sus argumentos. Me parece que indagar y poyarse en el éxito de otros artistas es una muy buena elección. No obstante, no debemos dar por hecho que el seguir los mismos pasos que otros artistas nos vayan a llevar a su éxito pues no hay una fórmula exacta para conseguir dicho.

Echo en falta que se mencionen a los Primitivo Flamencos: Van Eyck y Van der Weyden por ejemplo pues creo que son unos grandes artistas bastante infravalorados. Estos fueron los primeros en utilizar la técnica del óleo, hito que ha marcado la historia del arte. Esta es una técnica que permite la corrección así como las veladuras dotando los cuadros de un gran preciosismo.

Otros libros que podía recomendar de la misma área son:
-         ¿Qué estás mirando?: 150 años de arte moderno en un abrir y cerrar de ojos de Will Gompertz
-         El arte contemporáneo (Pensamiento) de Francisco Calvo Serraller
-         50 cosas que hay que saber sobre arte de Susie Hodge (Autor)

En conclusión me ha gustado mucho este libro pues es muy fácil de leer. Todos los capítulos son muy interesantes pues tiene una visión del artista que no me había planteado antes. Aun así no creo que sea un libro enfocado tan solo a artistas si no a cualquier persona, sea quien sea. Uno puede sentirse identificado con este libro pues al fin y al cabo todos somos creativos e imaginativos.


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